La diferencia de edad entre el animador y su recientemente blanqueada novia empieza a machacar con respecto a la intimidad de la pareja. Una relación que en algún tiempo fue prohibida pero hace algunos meses terminó blanqueada ante la evidencia del amor.
Pero, ahora que el romance salió a la superficie, a él le cuesta mucho sobrellevar la exigencia del amor y sobre todo del sexo, porque ella reclama y él no siempre atiende. Por eso llegó el momento de los regalitos y gentilezas para tratar de sostener un amor que empieza a resultar muy caro.
Sus propios compañeros de trabajo son los que cuenta que él ya le pagó a la joven sus lolas nuevas, que le regaló su costoso vehículo de alta gama y otras inversiones que le permiten olvidar que cuando se enciende la luz lo mejor es bajar el disyuntor. No todo lo que reluce es oro. ¡Cuac!