Después del escándalo, Amalia Granata y Leonardo Squarzón se alejaron de Buenos Aires, del ruido mediático y las exigencias periodísticas, para instalarse en las tranquilas playas de Aruba.
Hasta ese destino los habría llevado la Revista Caras para realizar una entrevista que saldrá en la portada de la semana que viene.
Más allá de disfrutar, descansar y tomar distancia de los escandaloso últimos días, Amalia habría alejado a Squarzón de los celulares y nombres que abrieron camino a la infidelidad.
Por ahora, la espera de la llegada de Roque sigue en Aruba y la historia de Amalia y Leonardo se sigue escribiendo sin detenerse.