por Luis Ventura
Sos de aquí o sos de allá, pero lo cierto es que en el universo de Diago Armando Maradona no hay grises ni terceras posiciones. Negro o blanco, porque si no te encolumnás con él, automáticamente te alistan como enemigo. No pertenecer para el ex campeón del mundo del fútbol es ponerse frente a sus posiciones.
Y justamente, para Maradona todo aquel que le dé lugar a Claudia Villafañe es ser un adversario de todas sus trincheras. Lo ha podido comprobar la propia Susana Giménez que una vez más, horas antes de iniciar su temporada número 30 de televisión, recibió un amparo judicial para que en su primer programa no lo mencionaran en ningún momento de su entrevista con “la Clau”, mientras él desde Cuba y en nota para el ciclo “Debo decir” de Luis Novaresio disparaba sus dardos más envenenados contra la madre de sus dos hijas matrimoniales.
Pero ya cansados de sus bozales legales, Claudia, Susana y el doctor Fernando Burlando se rieron todo el tiempo de las argucias y exigencias de un Maradona que como un gran dictador se erige en sus discursos como el único dueño de la verdad, cuando queda claro que si bien fue decisivo de la consagración de muchas causas nobles, en este caso no la trae fácil porque se le empezaron a animar y salen a la luz un montón de mentiras en las incurrió durante años y décadas de su existencia.
No me queda ninguna duda que a partir de ahora Maradona será mucho más vulnerable en cuanto a los condicionamientos mediáticos que siempre trató de imponer, porque desde la nota de Susana a Claudia, las cosas cambiaron radicalmente y Diego se tendrá que acostumbrar a que sus propios inventos empiecen a mojarle la idea. Esperá y lo vas a poder demostrar.