DOLOR Y TRISTEZA POR LA MUERTE DEL CAMARÓGRAFO CRISTIAN CARACCIOLO

Tenía 50 años… y duele en el alma tener que usar el tiempo pasado para hablar de Cristian Caracciolo. Comenzó a irse de este mundo trabajando, con ganas, con humor, disfrutando y amando lo que hacía… Comenzó a despedirse sin quererlo y sin buscar la puerta que lo llevé a ese más allá al que todos iremos algún día…
Se fue demasiado pronto, dejando cosas inconclusas, dejando atrás un camino laboral que le deparaba mil y un destinos... perdiéndose la mirada de sus 5 hijos y lo que cada uno le expresaba en cada conexión invalorable... Dejando mal herida a Soledad Melli, su mujer...y sanándola en cada semilla que supo sonar en ella.

Se fue Cristian y es difícil hablar en pasado cuando él mismo era tan hoy y era tan futuro... Sus amigos y compañeros lo lloran... aprietan los ojos reteniendo los mejores recuerdos... lo sienten vivo, porque eso es lo que fue, vida... dejando en cada uno de ellos... la escencia de miles de anécdotas, en tiempo compartido, en experiencias, en corridas en la calle, en notas conseguidas y otras que se escaparon... pero era parte del juego.
La noticia de su muerte fue un segndo golpe desgarrador... El primero había llegado de improvisto, letal y salvaje el día que se supo que había sufrido un ataque en plena calle antes de iniciar una nota... No podía ser Cristian... pero así de dura era la realidad.

En América el dolor es inexplicable... aunque nadie quiera explicarlo... Sus compañeros y sus amigos expresan su dolor aún en el silencio... Eran su segunda familia, la que lo acompañó por más de dos décadas...
En "Intrusos" pasó gran parte de sus hors laborales... Largas e intensas temporadas de verano, mayormente en Carlos Paz... Su cámara era la 3, como lo señaló su compañero Beto Stark abrazando la que había sido "su arma" de trabajo... La cámara que eternamente será suya.
Es difícil hablar de Cristian en pasado... cuando sigue vivo en cada uno de los que lo conocieron... Es difícil pensar en nunca más cuando sus ocurrencias aún se sienten frescas y siguen robando sonrisas... Es difícil pensarlo en pasado, hoy... aquí y ahora.
Él se encargó de que el olvido no sea posible para su nombre y su historia... lo sabe su familia... lo sienten sus amigos y lo gritan cada uno de los que de alguna manera compartieron vida con él... Cada uno lo despidió a su manera y otros, como muchos famosos, lo escribieron o hablaron en las redes sociales, en estas horas difíciles...
Chau Cristian... Tu huella quedó marcada...