Esta vez no fue Marley y mucho menos el pequeño Mirko, quienes se quedaron con el blooper del día. El índice acusador señaló al integrante más nuevito de la familia, Bailey, el cachorrito de labrador del conductor y su hijo.
Este domingo, mientras asomaban algunos de los pocos rayos de sol que calentaron la tarde de Buenos Aires, el pequeño Bailey se tiró a la pileta y Marley tuvo que poner las cosas en orden.
Secador en mano y con Bailey en la falda, Marley dejó atrás la travesura del pequeño can y ademásd de secarlo, le dio un poco de calor después de un baño tan inesperado como frío. "A que no sabés quién se tiró a la pileta?" compártió... y Bailey mojado dio solito la respuesta.