LA RADIO EST� DE LUTO... MURIÓ BETTY ELIZALDE

Su voz fue inconfundible... profunda, certera, sensual, firme... Betty Elizalde fue un ícono de la radiofonía argentina... una maestra de la voz que enseñó caminos sin guardarse nada...
Había nacido el 4 de enero de 1940 y 18 años después, debutaba en esa profesión que era su amor y su pasión, la radio.
Y fue en la radio donde hizo trabajos como "El buen día", "La Burbuja", "Y a mí por qué me escucha" y el inolvidable "Las siete lunas".
Entre los 70 y 80 su voz fue acompañada por su imagen como conductora de los noticieron "60 minutos" por ATC y "De 7 a 8" que se transmitía en simultaneo por Canal 9 y Radio Belgrano.

Betty fue de esas mujeres de la radio que pudioeron llevar imágenes a los hogares... su forma de decir marcó un estilo y un tiempo... y su voz supo transmitir con honestidad absoluta y seriedad la realidad minuto a minuto.
De chica quiso ser trapesista, pero el aire de la radio la pudo más...
Betty era fiel a sus principios, a sus convicciones y solía defenderlas como corresponde... con firmeza y conciencia... "Hace muchísimos años que me banco lo que venga, pero no acepto condicionamientos. Tengo un nombre y en la radio represento algo: hace mucho que trabajo con libertad e independencia. La gente me respeta, dirán: “Esta vieja dama indigna ya es inimputable, dejémosla�. Si cuando tenía que llevar un mango a mi casa defendí estas cosas, a esta altura del partido mi marido un plato de fideos no me va a negar".
Cuando hablaba de su infancia reconocía que jamás le había gustado jugar con muñecas porque la aburría, se definía varonera y aseguraba que se "prendía en todo lo que sea poner el cuerpo".

Su padre era un intelectual que se lamentó toda la vida haber llegado sólo hasta sexto grado, era hijo de italianos y su madre, hija de una española rígida, tenía en jaque a toda la familia... "mi abuela era muy mala aunque rezara mucho", solía decir Betty.
Betty vivió una infancia muy pobre, estudió en una escuela de monjas, a la que fue gratis, gracias a una beca que la pagó toda la vida escolar con las cargadas de sus compañeras, niñas de mucho dinero que se lo hicieron sentir siempre.
Pero Betty pudo ser mucho más que eso... fue mujer, fue ganas, fue convicción pura y pasión por lo que amó y creyó.
Fue amiga, una gran dama de la radio y de la vida... Un cábncer de pulmón le arrebató la vida, pero no silenciará su memoria.