Desde el 20 de marzo, Argentina entró en un proceso de aislamiento obligatorio que sigue hasta el día de hoy y se prolongará, mínimamente, por tres semanas más. Luciana Salazar, no quedo excenta de esta medida y junto a su hija Matilda, lo viven y lo sufren como cualquier otro argentino.
En diálogo con "Por si las Moscas", Luciana habló de este tiempo, cómo lo vive y cuál fue su primera reacción ante la noticia, hace ya más de 70 días... y su rápida reacción ante esta decisión del gobierno. "Por suerte me enteré unos días antes de que iban a tomar la medida de la cuarentena y me pude adelantar a quedarme con mis papás, de instalarnos todos en la casa que tengo en Nordelta, porque mi empleada tampoco se podía quedar y yo sola con mi hija me moría. Así que desde todo punto de vista fue la mejor elección".
Pero quien no la está pasando muy bien y se lo hace notar, es su hija Matilda... "Está haciendo caprichos que nunca hizo antes, yo veo su proceso", aseguraba la modelo, quien además agregó: "La veo a mi gorda, cuando yo estaba por irme al canal, me agarraba con desesperación y llanto de que quería salir, me decía ‘vamos, mamá, vamos’ y a mi me angustia. Quiere ver a otros nenes, mi mamá la llevó a un súper y dice que cuando vio a otra nena se desesperó como si estuviera en Disney".
Luciana sabe que Matilda necesita, como cualquier chico, su lugar de relación, sus amiguitos y vera con tantas ganas de salir y no poder... la angustia... "Trato de distraerla, de que disfrute, que no se angustie, que no vea nada de violencia. Ella no tiene mucha conciencia de lo que pasa, pero trato de tenerla en un ámbito de amor, de diversión, que además del juego físico pinte, dibuje".