Jorge Lanata volvió a la radio, volvió a ese lugar que lo conecta con la gente y con esa pasión que acuna desde toda la vida... el periodismo. Se lo notó reflexivo y con un tono pausado... sin medir lo que quería decir y dijo... pero marcando claramente otros tiempos a la hora de hablar. Después de poco más de 3 semanas internado, primero por una infección urinaria y posteriormente, por una infección generalizada que puso en riesgo su vida, Lanata volvió al ruedo y regresó con el esperado pase junto a Eduardo Feinmann.
“Estoy bien, medio desubicado. Fue complicado. Es todo tan eventual, viste. De golpe no te pasa nada y de golpe te pasa... totalmente eventual”. De esta manera, Jorge Lanata, comenzaba a compartir parte de todo lo vivido en este tiempo, y en especial de como se sentía en este arranque.
Durante su ausencia, el equipo de "Lanata Sin Filtro" salió al aire con la capitanía de Jesica Bossi y en su vuelta a Radio Mitre, el periodista siguió contando el difícil momento de salud que atravesó: “Fueron tres etapas, la última más complicada: tuve un shock séptico, una infección generalizada. Y bueno, la sensación que tengo es que estuve como cuatro o cinco meses afuera y no, porque en verdad fue un mes. Estuve sedado, pero parece más tiempo. Nada... la put... vida”.
Lanata se mostró realmente sacudido por todo lo que atravesó. No fue fácil y aunque tampoco había sido nuevo, esta vez lo sintió y experimentó de una manera diferente... “Fue raro y fue muy fuerte, esta fue la primera o la segunda peor de todas las veces que estuve internado. El trasplante es otro quilombo. Vas preparado. Acá no había plan. En un momento estuve asustado. Tuve idas y vueltas. Y decís, ¿y esto cómo sigue? ¿Sigo? Es raro”.
Más allá del pase y del ida y vuelta con Feinmann y sus columnistas, Jorge expresó algo que le dejó todo este tiempo... “Mi mensaje universal es garch... todo lo que puedan, y estoy hablando en serio; quiéranse, no pierdan el tiempo. Suena a discurso hippie pero es así, no hay tiempo. Es así de simple, la vida y la muerte. Es eso. Hagamos menos planes y démosle para adelante, es lo que a mi me quedó de esos días. Y Dios proveerá”.