Distanciada de Diego Armando Maradona, al menos en los planes laborales, que sitúan a Rocío Oliva en Argentina y al “Diez” en México, la última mujer de “Dios” comenzó sus entrenamientos en River Plate.
Rocío ya había dejado más que claro que quería regresar a jugar al fútbol en el club de sus amores y una vez que tomó la decisión, no se movió de ese lugar.
Volvió a la Argentina, se ordenó y ya es parte del equipo de fútbol femenino que disfruta de su juego y sus ganas.
Con una gran sonrisa y abrazada a sus compañeras, Rocío compartió: “Estoy feliz de volver a vestir estos colores y entrenar todos los días en el club que me vio crecer como futbolista y como persona. #2019 no quiero que me regales nada, yo me lo gano”.