Hablar de Irma Roy es deambular por una historia donde la sensibilidad y la pasión cobraron vida en cada acción y cada lucha de una mujer que no pasó por esta vida sin dejar su huella.
Hablar de Irma Roy, además de su historia personal como mujer, como actriz, como política y como esposa, es meterse en la vida de la mamá de Carolina Papaleo, la que sentía orgullo por su hija, admiraba su inteligencia y la que a pesar de ser una mamá estricta… no pudo dejar de consentir a su hija única.
Irma Roy habló mucho de Carolina… y quizá se pueda sintetizar parte de lo que sentía por su hija en una nota que hizo para La Voz en el año 2007… "Compartir la carrera con Carolina es maravilloso. La veo tan buena actriz, aunque soy una crítica muy severa de su trabajo, como lo es ella de mí. Es muy capaz, muy inteligente y tiene alma de directora, es capaz de crear su propio trabajo, algo que yo no puedo hacer. Carolina es mucho más perfecta que yo, canta y baila, es más completa".
Madre e hija pudieron vivir una relación tan intensa como independiente… se sabían cerca pero no se invadían… se escuchaban y hasta podían no coincidir, pero se respetaban…
Hoy, a tres años de su fallecimiento, Carolina la recordó con una foto en la que aparece con guardapolvo blanco junto a su madre en una plaza, con una frase tan emotiva como tierna… “Un día como hoy pero hace 3 años dejé de ver esta sonrisa”