El barrio de Caballito ya sabe que en un edificio de la calle Fragata Sarmiento al 1100, el tristemente popular pastor evangélico Héctor Giménez tiene una radio que funciona a los tumbos. De allí que la compañía que le suministra la luz le ha cortado varias veces el suministro de corriente eléctrica por reiteradas falta de pagos, y vencimientos acumulativos hartamente incumplidos.
Pero esta vez la sangre parece haber llegado al río, porque en el mismo edificio en el que el pastor Giménez funciona con su radio, también hay otra emisora cuyo grupo directivo lo intimó a pagar las deudas, ante un nuevo corte de luz compartido.
Al intervenir en este corte, la radio vecina descubrió que el pastor Giménez también debía 700.000 pesos de alquileres no pagados, sumados a las deudas con EdeNor que llevan a una cifra superior al millón de pesos.
Esta situación llevó a los directivos de la Frecuencia Modulada que ocupa el mismo domicilio, a investigar los antecedentes de Giménez y ahí tomar conciencia de tremendas causas judiciales penales entre las que se leen carátulas de “estafas”… varias y “violencia de género” con quien fuera su pareja durante tantos años, la hermana evangélica Irma. Un escándalo que esta vez no lograron acallar.