La muerte de Daniel “La Tota” Santillán fue un verdadero golpe a todos aquellos que siguieron de cerca sus pasos por la inagotable Movida Tropical. Las noches, los shows, las inolvidables presentaciones en las bailantas y su manera de acompañar a los músicos en el lazo con el público, fueron un clásico para quienes lo siguieron a lo largo de su larga trayectoria.
Su trágica y misteriosa muerte sacudió tremendamente a allegados, amigos y familia. El presentador y productor de innumerables propuestas teatrales en Mar del Plata, en el icónico teatro La Campana de calle Rivadavia, fue encontrado muerto en su casa con el 90% del cuerpo quemado.
Poco después de la una de la tarde de este martes 24 de septiembre, el cortejo fúnebre que conducía a “La Tota” hasta su última morada, ingresó en el Cementerio Las Praderas de Esteban Echeverría, donde alcanzará su descanso eterno. Allí lo esperaban sus amigos y su familia, y Horacio, su hermano que no podía ocultar su dolor y su profunda angustia… “No puedo hablar… solo quiero que descanse en paz”.
Ya en el velatorio de “La Tota”, su hermano Horacio había podido hablar un poco más de los motivos de la muerte: “Había algunos desperfectos en la casa que fuimos arreglando porque yo viví ahí… se fueron arreglando y esto ha quedado ahí, qué sé yo... ¡Fue un accidente! Y se prendió fuego. Y él estaba ahí en el sillón, que tiene gomaespuma y bueno, eso... Aparte hace un gas tóxico y un humo tremendo, y él cayó ahí, porque estaba dormido, porque estaba empastillado”.