Josefina Pouso llegó al final del camino. Y eso no está mal, aunque le de un poco de trsiteza. No está mal, porque a lo largo de estos meses aceptó desafíos, los cumplió… a veces bien y otras trastabillando, pero siempre aprendiendo. Anoche quedó afuera del “Cantando 2024” por decisión de la gente, pero la periodista puso en la balanza lo positivo de este juego.
La tristeza era algo innegable. Josefina Pouso aceptó el desafío del “Cantando” con todo lo que eso implicaba; romper con un montón de prejuicios y miedos propios hacia lo desconocido. “Como no voy a estar triste si tenía la risa asegurada casi todos los días con estos dos seres del bien @facumagrane @paulareusm que @elcantandooficial puso en mi vida… los amo hoy y siempre”.
Con esas palabras, Jose se refería a sus compañeros de equipo, cantante y coach, pero también expresaba en sus nuevas palabras, lo que había sido vivir esta experiencia de cantar, aprender, escuchar y recibir críticas cuando era la hora de las devoluciones: “Me anime a mostrar otra parte de mi ser y todo era genial… Si puse en juego todos lo “NO” para divertirme convirtiéndolos en “SI”. Estoy triste porque quería quedarme en el patio a seguir jugando… Sin embargo, sé que habrá más patios para que el recreo continúe… porque podemos ser todo lo que queremos ser… Y darlo todo siempre… porque así soy… le pongo todo mi corazón a todo lo que elijo vivir…”
Ese patio del que habla Jose Pouso tiene que ver con la posibilidad de jugar… de trabajar jugando. Por eso no faltó el agradecimiento a todos los que hicieron posible que se abriera la puerta de ese patio que la transportó a un mundo nuevo. “Gracias LaFlia por convocarme. Gracias Chato Prada (si se te baja alguno avisame). Gracias Flor Peña por tu amor siempre (te dejo mi CV x las dudas 😉). Gracias a todos mis compañeros, a todo el equipo de vestuario, maquillaje, peinado… a todos los que laburan en La Flia: productores, cámaras, sonido, iluminación, piso. A los chicos del catering, a los de Esparza… Gracias también al jurado y al VAR. Todos han sido súper cariñosos y respetuosos conmigo y mi equipo. Nos seguimos viendo… pues la vida es un pañuelo (y más nuestra profesión) y está llena de mocos…”