La separación de Wanda Nara y Mauro Icardi ya es un hecho, por decisión de ella y porque el escándalo ganó a cualquier tipo de secreto. La relación ya está rota, no hay vuelta atrás, pero dicen que el futbolista del Galatasaray no lo termina de asumir. Anoche, sentada en el living de Susana Giménez reveló detalles inéditos de esta final con más de un escollo.
Wanda habló de todo. De L-Gante, de "La China" Suárez y, obviamente, de Mauro Icardi, pero sobre todo, de aquel incidente que torcería sus vidas... el encuentro del futbolista y la actriz en un hotel de París. "La verdad es que a raíz de una situación intentamos sacar la pareja adelante, hubo muchas situaciones que eran muy difíciles de atravesar y siempre con el mismo fantasma: 'La China'”. Antes de esa situación yo casi que ni venía a la argentina. A mí como mujer se me vinieron un montón de cosas a la cabeza. Cargue un avión lleno de valijas y me fui, en ese momento Mauro dejó su carrera, bajó de peso y yo estuve mucho tiempo privándome de cosas. A partir de ahí, hice un clic".
El episodio vivido en París fue, más allá del escándalo, un golpe imposible de remontar. Se intentó, pero Wanda definitivamente no pudo hacerlo: "Yo le dije a Mauro que me quería separar, le dije que siga con la mujer que él quería, encontré chats, videos, fotos, esas cosas me las guarde y las traté en terapia. Nunca hay que dejar nada por un hombre, eso es lo que yo sentí, traté de recuperarlo y me culpan porque esa situación se supo por mí. Me dolió mucho que el hotel que eligieron a espaldas mías era un hotel en el que yo había vivido con mis hijos".
Y ya ahondando en un tema más profundo, como es el impacto de esto en la familia, Wanda señaló: "Nos saludábamos por los cumpleaños, todo eso me generó una gran desilusión. Creo que la culpa es cien por ciento del hombre, Mauro pagó lo que tenía que pagar. Mis hijos no entendían por qué se rompía la familia de un día para el otro”.