Una gavilla de piratas, ilícitos y oportunistas le cobraron entre pitos y flautas 27.600 dólares al empresario teatral y banquero virtual Luciano Garbellano, que hace un buen tiempo se reside en una de las propiedades más costosas de la Argentina, en el partido de Moreno. Hablamos de un espacio de 3 hectáreas con 2.240 metros cuadrados cubiertos, más allá de las 15 cabañas que utiliza para reunirse periódicamente con sus parejas ocasionales, su escueto grupo de amigos y contados familiares.
Garbellano se siente estafado por un grupo de cuenteros e ilusionistas de la mentira que hace más de un año que lo vienen fabulando con negocios y compra de animales de dudosas procedencias y sospechadas especies que supone pudieron ingresar al país de manera irregular o en situación de contrabando.
En acaudalado empresario compró su poderosa propiedad en Moreno, acompañado de un buen números de animalitos y mascotas que lo llevaron a Luciano a sostener y mostrarse orgulloso de su zoológico personal en el que había, cisnes, ponys, garzas, pájaros exóticos…
Un peinador y asesor de mascotas de la zona se acercó a Garbellano y le empezó a recomendar la compra de otros animalitos silvestres entre los que sugería la compra de alpacas, tigres, pumas, pavos reales, caballitos enanos, monos… que para el dueño de un zoológico privado eran preciadas especies para tener y mostrar a sus selectos invitados.
En esa insistencia de Jonhatan, Garbellano recibió las presencias del “bichero” Facundo, que ganó su confianza y le apuntó los animalistos que él podía conseguirle, según sus palabras, de manera legal y trasparente. Cosa que en realidad nunca ocurrió. El dudoso Facundo, que vive en Avellaneda con su mujer, que la presentaba como su contadora cuando no lo es.
El vínculo comercial se produjo cuando el inescrupuloso Facundo le cobra 10.000 dólares por dos alpacas que jamás aparecieron entre promesas incumplidas y mentiras.
En el medio surgen otros dos socios de la mentira: Gastón, un falsificador de documentos públicos de gran precisión, y el ex convicto Eduardo Siri, condenado por la Justicia Penal de La Pampa, por la venta de un auto de alta gama de manera fraudulenta y documentación apócrifa. La condena fue de 3 años de prisión con una pena efectiva de una detención carcelaria de un año efectivo de Penitenciaría.
Esta gavilla silenciosa y operativa en Moreno se manejan de manera muy suelta en la localidad del Oeste Bonaerense, que
Funcionan con padrinazgo y poder efectivo para dejarle a Luciano Garbellano una estafa de 27.600 dólares. Habrá más informaciones para este boletín.