La separación de María Fernanda Callejón y Ricky Diotto escribió varios capítulos de una historia que no le hace bien a ninguno de los dos y mucho menos a su hija Giovanna. Acusaciones, enojos, reproches y una realidad que los llevó a la justicia. Hoy quien habló fue él, y mostró un lado hasta ahora desconocido de su presente y su futuro inmediato.
Las últimas versiones hablaban de una deuda millonaria que les podría hacer perder la casa que compraron para vivir junto a su hija, cuando el divorcio no se preveía: “La que existe es una deuda muy grande que tenemos hace mucho tiempo y yo no la puedo sostener más. Me fui hace dos años y medio… pagué un año y hasta hace 5 meses, pero llega un momento que no la puedo pagar más. Tengo que pagar mi alquiler, hace dos años que me mudé, tuve que renovar mi alquiler que me está matando, porque necesito vivir en un lugar para que mi hija esté cómoda, y no puedo con todo”.
Las cosas en la pareja funcionaron y siguen sin funcionar. “Hay una prioridad que es pagar la casa, y si vos usás esa plata para pagar otra cosa y no pagar la casa no puedo hacer más nada. La pasé bastante mal. Se me acusó de montones de cosas que no eran ciertas. Una acusación en un juzgado, una denuncia penal… después salió en un programa a decir que no le pegué. ¿Todo por una casa? ¿Por qué? ¿Para qué?”.
Ricky se mostró abatido y cansado. Quiere buscar una solución y al parecer no recibe una respuesta acorde a lo que busca: “Estoy re podrido. Estoy bastante cansado. Me costó mucho estar bien como estoy ahora, pero a veces parece que molesta que uno esté tranquilo, en paz. Vamos a hacer la propuesta de vender la casa y comprar algo más chico y sacarnos eso de encima. Hay infinidades de chicos que no viven en un country y son felices. Está lleno de hijos contentos que no necesitan eso. Pero bueno, cuando hablás contra una pared, no se puede”.
Ricky habló y dijo su verdad. Contó sus miedos, su cansancio y sus vivencias: “Nos volvimos a juntar por mi hija. Yo entiendo que el trabajo de ustedes es venir a buscarnos y preguntar y por qué yo no voy a poder contar lo que me pasa. Yo estoy re podrido. No quiero saber más nada. Ha utilizado montones de cosas en mi contra con tal de perjudicarme. Dijo en un juzgado que yo le decía ‘Negra’ en tono racista. Y yo le digo ‘Negra’ porque le dije ‘Negra’ toda la vida, como ‘El Negro’ le dice ‘Negra’ a ella.