Habló María Valenzuela, la mujer de las mil batallas y las mil victorias. Hablar de victorias también implica heridas sanadas y de las otras… las que dejan cicatrices y profundos surcos que no terminan de curar. Fueron muchas las pruebas que la vida le puso a María. Y ella salió adelante. Hoy, firme, con proyectos y llena de ganas volvió a apostar al trabajo.
En una entrevista exclusiva con “Intrusos”, María Valenzuela habló por primera vez con “Intrusos” después de una larga dolorosa batalla por su salud: “La vida me golpeó duro y para salir siempre me aferré a mis hijos. Uno pasa por momentos de bajones y después tenés momentos felices. En mi caso es una de cal y una de arena. Una caricia y una cachetada… pero estoy acostumbrada. Me tome el verano para levantar el estado de ánimo que estaba bajo. Pero mis hijos y mis amigos fueron mi sostén”.
María Valenzuela tiene un programa junto a su hija Malena Mendizabal en Youtube, “Con V de Valenzuela”. En ese espacio, contenida por su propia sangre habló, escuchó y contestó: “Tuve muchos llamados e invitaciones. Tengo un perfil bajo, aunque a algunos no les parezca, y no quería pasear por todos los canales contando lo que me pasó. Por eso lo hicimos con Malena un canal de Youtube y ahí conté todo. El tema de la salud mental fue terrible, quedó mucha gente herida, fue muy difícil estar encerrado y después salir a la vida. Estábamos ensayando ‘Eva y Victoria’, encerrada pero activa”.
El trabajo es fundamental para vivir, para el día a día… esencialmente porque dignifica y así lo ve María Valenzuela. Hoy prepara su debut teatral junto al “Tano” Rodolfo Ranni en “La noche de la Basura”. “Debuté junto al ‘Tano’ en ‘Muchacha italiana viene a casarse’, amo trabajar con él, me divierto y aprendo. Yo a la soledad no la siento porque la elijo, me gusta estar sola. Igual convivo con Malena, pero tenemos una casa grande y nos vemos poco y cuando queremos. La falta de trabajo, no solo a mí, a cualquier ciudadano le hace daño”.
María lleva más de 50 años de trayectoria y como ella misma lo señala, “creo que los fracasos los cuento con los cinco dedos de una mano, creo que con menos”. Disfruta, se la ve entera, con ganas y esa es la respuesta de una mujer resiliente a los golpes que le asestó la vida.